Sesión
Nº 15 de 10 de noviembre de 2015 ( esta no es una sesión; Yo sólo le he dado un número para
continuar la cronología en la página web)
Nota
de Wivine: He conocido a muchas personas en mi vida y en mis viajes y además
leo mucho. Hay una verdad que me he encontrado con regularidad en algunos libros y entre algunos
grupos étnicos. Lo que expongo a continuación es un extracto de uno de esos
libros que expresan esta verdad en sus propias formas; una verdad que pongo
poco a poco en la práctica a través de la meditación y mi trabajo de energías.
Es sólo ahora que comprendo todo su conjunto; ahora que tengo la capacidad, al
igual que algunos de mis compañeros, para poder o tener permiso de trabajar con
la Energía Pura de mi Fragmento interior de Dios.
¿Sólo
hace 8 años que entré en contacto con el libro de Urantia a través de Internet
y en las últimas semanas me he preguntado porque he tardado tanto? Entonces
este texto me dio la respuesta. Yo tuve que leer primero otros libros y
aprender a trabajar con la energía del universo para seguir mi camino. El libro
de Urantia me dio entonces una cosmología más amplia en la que mis experiencias
de vida, mi trabajo con la energía y mi sed de conocimiento podrían ser
enmarcados para continuar con los siguientes pasos de mi progresión.
LA HERENCIA
DEL HOMBRE.
El
silencio es el poder, porque cuando llegamos al lugar de silencio en la mente,
hemos llegado al lugar del poder - el lugar donde todo es uno, el único poder -
DIOS.
El
poder difuso es el ruido. El poder concentrado es el silencio. Cuando, a través
de la meditación, hemos traído todas nuestras fuerzas en un momento dado, nos
hemos puesto en contacto con Dios en el silencio, somos uno con Él y, por
tanto, una con todo el poder.
Esta
es la herencia del hombre. "Yo y El Padre somos uno".
No
hay sino una manera de ser uno con el poder de Dios y es ponerse en contacto conscientemente
con Dios. Esto no puede hacerse desde el exterior, porque Dios se manifiesta
desde dentro.
Solo
cuando desde el exterior entramos en el silencio interior podemos esperar hacer
una unión consciente con Dios. Nos daremos cuenta de que Su poder es para que
lo usemos y lo vamos a utilizar en todo momento. Entonces sabremos que somos
uno con este poder.
Entonces
el hombre aprenderá a despegarse de los autoengaños y de las vanidades. Se dará
cuenta de su ignorancia y pequeñez. Entonces estará preparado para aprender.
Se
dará cuenta de que los orgullosos no pueden ser enseñados. Él sabrá que sólo el
humilde puede percibir la verdad. Sus pies sentirán la roca firme, ya no tropezaran,
y estará en condiciones de tomar decisiones.
Para
darse cuenta de que Dios es el único poder, la sustancia y la inteligencia
pueden ser confusas al principio.
Cuando
el hombre se da cuenta de la verdadera naturaleza de Dios y lo lleva a su
expresión activa, usará este poder en todo momento. Él sabrá que él contacta conscientemente
con Su poder en todo momento - cuando come, cuando corre, cuando respira, o
cuando él hace el gran trabajo ante Él.
El
hombre no ha aprendido a hacer las mayores obras de Dios, porque no se ha dado
cuenta de la grandeza del poder de Dios y no sabe que el poder de Dios es para
que el hombre lo utilice.
Dios
no nos escucha a través de nuestras vanas y ruidosas repeticiones o nuestra
palabrería. Debemos buscar a Dios a través de la conexión invisible que tenemos
dentro de nosotros mismos. Cuando El Padre interior es adorado en Espíritu y
Verdad, Él escucha las llamadas de esa alma que se abre a Él con sinceridad. La
persona que tenga esta conexión con El Padre en secreto, sentirá el poder que
fluye a través de él como el cumplimiento de cada deseo.
Porque
el que ve al Padre en el lugar secreto de su propia alma y allí permanece, El Padre
le recompensará abiertamente.
Ver
con qué frecuencia Jesús reveló su contacto individual con El Padre. Vea cómo
se mantenía constantemente en comunicación consciente con Dios en su interior.
Vea cómo hablaba con Él como si estuviera presente personalmente. Vea lo que
esta poderosa relación interna hizo con él. El reconoció que Dios no habla en
el fuego, el terremoto, o en el fuerte viento, sino en la pequeña voz - la voz
apacible y profunda en nuestras propias almas.
Cuando
el hombre aprenda esto, se pondrá en pie. Aprenderá a pensar las cosas. Las
viejas ideas desaparecerán y las nuevas ideas serán ajustadas. Él pronto se
dará cuenta de la facilidad y eficiencia del sistema. Él aprenderá finalmente a
llevar todas las preguntas que le perturban a ese momento de silencio. Allí él
no podrá resolverlas, pero se familiarizará con ellas.
Entonces
él no tendrá que ir apresurándose y luchando durante el día y sintiendo que su
propósito ha sido derrotado.
Extracto del
libro "La vida y las enseñanzas de los Maestros del Lejano Oriente".
Baird
T. Spalding (1872 -1953)
GRUPO MEZZA VERDE
Para conocer el significado de las
palabras en color azul, consultar El Libro de Urantia.